Sobre la cancion
¿Quién no ha sentido alguna vez que la vida se escapa entre los dedos, que los días pasan y dejamos de vivir plenamente? Julio Iglesias, con su voz inconfundible y su sensibilidad innata, nos transporta a ese momento de reflexión en su inolvidable canción Me Olvidé De Vivir.
Esta balada, compuesta por el talentoso Manuel Alejandro, nos invita a hacer una pausa en la rutina y a reconectar con nuestras emociones más profundas. A través de una letra poética y una melodía envolvente, Iglesias nos recuerda la importancia de valorar cada instante y de no dejar que los sueños se desvanezcan.
Me Olvidé De Vivir es más que una simple canción; es un himno a la vida, al amor y a la esperanza. Su mensaje universal ha trascendido generaciones, conectando con personas de todas las edades y culturas. La voz de Iglesias, con su inigualable calidez, nos envuelve en un abrazo musical que nos reconforta y nos inspira.
La letra de esta canción nos habla de un amor perdido, de un corazón roto y de la necesidad de encontrar un nuevo sentido a la vida. Sin embargo, más allá de la tristeza, encontramos una profunda reflexión sobre la fragilidad de la existencia y la importancia de aferrarnos a lo que realmente importa.
Me Olvidé De Vivir es una invitación a mirar hacia adentro, a encontrar la fuerza interior para superar los obstáculos y a seguir adelante con la cabeza en alto. La música de Manuel Alejandro, con sus acordes melancólicos y sus arreglos sofisticados, crea el ambiente perfecto para que la voz de Iglesias nos conmueva hasta las lágrimas.
Esta canción es un verdadero clásico de la música romántica en español. Su popularidad se debe, en gran parte, a la capacidad de Iglesias para interpretar con autenticidad cada una de las palabras de la letra. Su voz, cargada de sentimiento, nos transmite una gama de emociones que van desde la tristeza y la nostalgia hasta la esperanza y la alegría.
Si alguna vez te has sentido perdido o desorientado, Me Olvidé De Vivir te ofrecerá un bálsamo para el alma. Es una canción que nos recuerda que, a pesar de los altibajos de la vida, siempre hay una razón para sonreír y para seguir soñando.